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Integrantes:

Cora Paulizzi,

Andrea Flores, Dra. 

Emiliano Venier, Mg.

Guillermo Vega, Dr.

Mariana, Ortega, Lic. 

Guillermo Rojas Machicado, Lic.

Gonzalo Fernández, Lic.

Noelia Navarrete, Lic. 

Natalí Saavedra

Miguel Ángel Álvarez

Ileana Mamaní

Pablo Gulino

NUESTRO PROYECTO

Nombre del proyecto: Gubernamentalidad, poder pastoral  y crítica.

 

Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Salta

Proyecto tipo "A"

Director del proyecto: Alejandro Ruidrejo, Dr.

RESUMEN

A la luz de las investigaciones de Michel Foucault sobre el desarrollo del neoliberalismo, entendido como racionalidad de gobierno, se procurará indagar en torno a los aportes que la perspectiva de la gubernamentalidad brinda para las investigaciones que tienen por objeto tanto las formas en que se despliegan las racionalidades neoliberales de gobierno, como las prácticas de resistencia que se le presentan en el escenario del norte argentino, específicamente en la UTD Mosconi, La radio comunitaria La voz indígena, y los grupos de mujeres que militan a favor de la legalización del aborto en Salta capital.

Con ese propósito se realizará una revisión crítica de las derivas de las racionalidades neoliberales de gobierno y de las mutaciones del poder pastoral. Para lo cual se buscará reconocer las proximidades y distancias entre el liberalismo, las diferentes formas del neoliberalismo y el pastorado, que llegan hasta nuestra actualidad.

Teniendo presente las distintas maneras en que se configura el gobierno de las poblaciones, en base a dispositivos de poder que entraman elementos propios del derecho, la economía, la medicalización social y la conducción de las almas, se buscará relevar cómo se establecen las relaciones entre gobernados y gobernantes en nuestras realidades locales, a partir de las pugnas que se llevan a cabo entre las racionalidades neoliberales, en sus expresiones específicas, y las críticas a esa forma de ser gobernado, que operan a partir de la apropiación de dispositivos de poder, la inversión de sus sentidos y la invención de nuevas formas de subjetivación.

 

OBJETIVOS GENERALES

 

En el marco del su curso del Collège de France de 1979 sobre el nacimiento de la biopolítica, Michel Foucault sostendrá que no se podrá reconocer el sentido que el gobierno de la vida biológica de las poblaciones adquiere para nuestras sociedades, hasta que no se pueda saber en qué consiste el liberalismo como racionalidad de gobierno. Esta mutua implicancia entre biopolítica y gubernamentalidad liberal, fue desatendida por la mayor parte de los trabajos que nutrieron el debate sobre la importancia de esas nociones para nuestro presente. Los representantes de la vertiente italiana de estudios centrados en la biopolítica, descuidaron la cuestión de la gubernamentalidad, mientras que los anglofoucaultianos, privilegiaron a esta última en desmedro de la primera. Más aún se desatendió la necesidad de realizar una historia del poder pastoral. El proyecto de investigación que impulsamos se monta sobre esos vacíos y desencuentros, sin pretender colmarlos, y menos aún conducirlos hacia un único sentido, sino más bien con el afán de explorar las potencialidades que todo ello tiene para una ontología histórica de nuestro presente.

En términos puntuales, consideramos que el proyecto intentará ofrecer al menos tres contribuciones al campo disciplinar:

Por una parte, se ahondará en las potencialidades que la perspectiva de la historia de la gubernamentalidad, tiene para el análisis de los fenómenos y procesos sociales de resistencia al neoliberalismo y al poder pastoral. Por otra, se aportará el resultado de las indagaciones sobre las formas de articulación, solapamiento y diferenciación que pueden reconocerse entre gobierno económico y gobierno de las almas en la historia de Occidente desde las primeras décadas del siglo XX y hasta la actualidad. Por último, se brindarán nuevos elementos para pensar las particularidades que adquieren, dentro de la historia misma de la gubernamentalidad, las prácticas de resistencia estudiadas, que se le presentan en el escenario del norte argentino, específicamente en la UTD Mosconi, La radio comunitaria La voz indígena, y los grupos de mujeres que militan a favor de la legalización del aborto en Salta capital.

 

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

A fin de llevar a cabo los propósitos generales de la investigación se procurará lograr lo siguiente:

 

  • Establecer en qué sentido se asumirá de la noción de gubernamentalidad, a partir de las formulaciones que la misma adquiere en los cursos del Collège de France, dictados por Michel Foucault entre 1978 y 1979, y en la literatura contemporánea de las investigaciones de corte foucaultiano. Realizando las distinciones pertinentes entre dispositivos de seguridad, racionalidades de gobierno, tecnologías y técnicas de conducción de las conductas.

  • Desplegar las implicancias teórico-metodológicas que la perspectiva de la historia de la gubernamentalidad conlleva, evaluando sus potencialidades y limitaciones.

  • Relevar el conjunto de procesos y fenómenos que condujeron a la diferenciación entre liberalismo y neoliberalismo, concebidos en términos de racionalidades de gobierno.

  • Analizar la convergencia entre ordoliberalismo alemán y doctrina social de la Iglesia, en lo que refiere a los postulados que sostienen la racionalidad del gobierno económico de las poblaciones, y las diferenciaciones mantenidas respecto al gobierno de la vida biológica de las mismas.

  • Reconsiderar las investigaciones realizadas por el equipo de investigación sobre la UTD Mosconi, La radio comunitaria La voz indígena, y los grupos de mujeres que militan a favor de la legalización del aborto en Salta capital, a la luz de los resultados de la revisión de las gubernamentalidades neoliberales y las mutaciones del poder pastoral en el siglo XX.

 

HIPÓTESIS DE TRABAJO

 

La investigación postula que, en sociedades como las nuestras, es posible reconocer la persistencia de prácticas y tecnologías correspondientes a las racionalidades de gobierno neoliberales, que, a su vez, mantienen articulaciones y diferencias con las maneras en que la conducción de las almas se transformó a partir de haber reclamado el derecho a intervenir en la discusión sobre el gobierno económico de las poblaciones, entre fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. 

Se supone también que la historia de la provincia de Salta, de al menos el último siglo, ha sido un claro escenario de ese juego de proximidades y distanciamientos, y que las resistencias al neoliberalismo y al poder pastoral pueden operar como un laboratorio de prácticas y lógicas de gobierno que nutrirían el campo de experiencias y debates, que tienen por objeto el rebasamiento de las formas en que las gubernamentalidades neoliberales han colonizado nuestras existencias.

INTRODUCCCIÓN Y RELEVANCIA DEL PROBLEMA

 

La investigación intenta contribuir a una ontología histórica del presente, y pretende ser considerada como un segmento de esa larga historia, que intenta relevar las formas en que Occidente ha desplegado el gobierno de las almas y los cuerpos. Es largamente conocido el interés que Foucault puso tanto en el ordoliberalismo alemán como en el anarcoliberalismo de la Escuela de Chicago. Sin embargo, no hemos hallado en su historia de la gubernamentalidad occidental aportes relevantes para la dilucidar al entrecruzamiento entre gobierno económico de las poblaciones y poder pastoral, que pareciera llegar hasta nuestra actualidad. En relación a ello, es preciso recordar que, un año después de que Michel Foucault dictase su conferencia Omnes et singulatim: Towards a Criticism of ‘Political Reason’, en el mismo contexto de las Tanner lectures on human values, George Stigler, uno de los más claros representantes del neoliberalismo de la Escuela de Chicago, expone su trabajo The Economist As Preacher (Stigler, 1997: 12) donde señala que desde fines del siglo XIX el poder pastoral parece haber intervenido crecientemente sobre el campo de las racionalidades económicas. Como contracara, el neoliberalismo en su versión norteamericana habría penetrado, vía la teoría del capital humano, en el ámbito de una intimidad que estaba reservada a la conducción de las almas (Foucault, 2004b).

En base a lo señalado, surge la necesidad de una reconsideración amplia del pasaje del liberalismo al neoliberalismo en sus diferentes versiones, y en ese marco, procurar un relevamiento de las relaciones entre ratio gubernatoria y ratio pastoralis. En ese sentido consideramos que la publicación, por parte de León XIII, de la Encíclica Rerum novarum, en 1891, puede ser reconocida como el índice de una mutación en la historia del pastorado, dado que con ella se reclamará para el papado el derecho de intervenir en los debates sobre la vida económica de las sociedades modernas, asociando la economía política con la economía de la salvación. Cuarenta años después de ese acontecimiento, Pío XI publicará Quadragesimo Anno. Encíclica sobre la restauración del orden social en plena conformidad con la ley evangélica. Otra encíclica social que estará sobre todo redactada por jesuitas alemanes, en la que jugó un papel central Oswald Nell Breuning, quien Conformará el Comité Científico para la administración alemana de la economía que promovió el desarrollo del neoliberalismo tras la segunda guerra mundial. Las consonancias teóricas entre los economistas jesuitas y los ordoliberales alemanes, han sido claramente establecidas, sin embargo admiten nuevos análisis bajo la perspectiva de la historia de la gubernamentalidad. Según entendemos, es preciso aún analizar si desde Pío XI, y hasta el presente con Francisco, pasando por Juan XXIII,  Pablo VI (Populorum Progressio) Juan Pablo II (Centesimus annus) y muy especialmente con la impronta del papa teutón Benedicto XVI (Caritas in veritate), no hubo más que una asimilación por parte de la Iglesia de la doctrina neoliberal alemana. De ser así las cosas, no tendríamos más que una especie de colonización ordoliberal del poder pastoral. Pero aun cuando no contamos con elementos suficientes como para dirimir esta cuestión, es posible reconocer que las afinidades teóricas en las formas de concebir la reducción de la pobreza en las sociedades modernas no se extiende sobre las opiniones que el pastorado y el neoliberalismo sostienen frente al problema de la regulación del crecimiento poblacional. En relación a ello, es preciso recordar que será el mismo Pío XI, quien en 1929, proclamará otras dos encíclicas de gran peso como son Mens nostra, Encíclica sobre los ejercicios espirituales, y Casti Connubii, Encíclica sobre el matrimonio cristiano, atendidas las actuales circunstancias, necesidades, errores y vicios de la familia y de la sociedad. El primero de estos documentos papales sostiene que los ejercicios ignacianos deben ser recuperados para la restitución del orden social, y puestos a funcionar especialmente en los retiros espirituales destinados a los obreros cristianos, y por otro lado señala que la acción católica debe operar una recristianización de la sociedad a partir de la figura de los apóstoles laicos. Luego de prescribir el funcionamiento de estas nuevas herramientas pastorales, el Papa recomienda tener muy presente las formas en que se constituye la subjetividad de los militantes de izquierda, a fin de imitarlas y ponerlas al servicio del único fin auténtico. La importancia que esas esas prácticas adquirieron en la mutación del gobierno cristiano de las almas, han sido señalada oportunamente por Antonio Gramsci cuando afirmara que “Pío XI es verdaderamente el papa de los jesuitas” (1981: 256). Claramente ser llamado el Papa de los jesuitas significaba ser el mentor de una de las mayores barreras que debía enfrentar el comunismo italiano. Por su parte, la encíclica Casti Connubii, tuvo un triple propósito: por un lado contradecir la resolución tomada por los obispos anglicanos en la conferencia de Lambeth, de 1929, en la admitían la utilización de medios de contracepción artificiales por parte de los matrimonios cristianos, a fin hacer más llevadera la pesada carga económica del cuidado de los hijos; por otro retraer de todo cálculo económico la cuestión del control de la natalidad, y por último, operó posteriormente como una impugnación a la eugenesia nacionalsocialista.

Pío XI recupera esas dos encíclicas en Quadragesimo Anno, revelando que están íntimamente vinculadas, dado que conectan las teorizaciones sobre la vida económica de las sociedades modernas, con un refinamiento de las técnicas destinadas a constituir la conciencia cristiana en los sectores mayoritarios de la sociedad, y con la voluntad de contradecir los cálculos maltusianos sobre las catástrofes propias de un descontrol poblacional. Y entendemos que es en esa conjunción donde la cuestión del gobierno económico de la población y las regulaciones biopolíticas de la misma se articulan con el pastorado evidenciando una mutación.

Por otra parte, el neoliberalismo se enfrentaba a las posiciones de la Iglesia católica, aún en las figuras que habían mostrado el mayor grado de proximidad como Wilhem Röpke (1950: 11) quien a mediados del siglo XX, sostendrá que el enorme y descomunal aumento de la población registrado en los últimos cien años era causado por una “interferencia histórica”, entre la “nueva”, es decir baja, cifra de mortalidad, con una “antigua”, es decir elevada, cifra de nacimientos. Las diferencias en este punto se mantuvieron hasta nuestra actualidad. El creciente uso de anticonceptivos orales en la década del ’60 condujo a la reafirmación del rechazo de esos métodos por parte del papado, cuando Pablo VI emitiera la encíclica Humanae vitae, cuyos elementos doctrinarios serán reafirmado en 2008 por Benedicto XVI.

Por otra parte, la tradición norteamericana de reflexiones sobre las artes de gobierno el problema de la población irá centrándose cada vez más en torno a la cuestión de la conformación del público, entendido como objeto de gobierno y como algo a ser construido por las prácticas de gobierno que le son destinadas. Es indiscutible la importancia que tuvo todo ello en la emergencia del neoliberalismo, especialmente puesto en evidencia por el coloquio Walter Lippmann, realizado en 1938 en París.

Bajo la grilla de inteligibilidad de las ciencias sociales de finales del siglo XIX, y comienzos del siglo XX, el germen de la comunicología se hizo cargo, junto al resto de las ciencias sociales, del compromiso de colaborar en el despliegue de los dispositivos y tecnologías sociales de modulación de las subjetividades y de gobierno de la población con formas más persuasivas que los dispositivos disciplinares que intervienen sobre los cuerpos de los individuos.  Mediante el control de la opinión se pretendió modelar los consensos que permitieran conducir a las sociedades, a las poblaciones, hacia el orden y el progreso en un momento de crisis y de desconcierto del liberalismo. Ese hacerse cargo implicó entre otras cosas poder dar cuenta en términos teóricos de las formas de agrupación articuladas con las emergentes técnicas y tecnologías de la comunicación a distancia que le parecían imprimir otra dinámica y otros circuitos a la opinión (y a la voluntad de los individuos). Dos movimientos teóricos se destacan en este esfuerzo por dotar de una salida al atolladero del liberalismo: uno de condición más política desarrollado por Walter Lippmann y alojado en el círculo rojo de los pensadores de la economía liberal; el otro movimiento, de carácter académico, tendrá su epicentro en la Universidad de Chicago y será el desarrollado por John Dewey.

El primero abrevará en la idea de la gran sociedad y del gran público alentando técnicas para la “manufactura” de la opinión, el segundo planteará que ante la disolución de la sociedad debería emerger la gran comunidad de comunidades donde las comunidades eran entendidas como públicos. Esta reinversión de lo comunitario terminará convirtiéndose en el gozne al que el pensamiento liberal apelará para renovar la articulación de la relación entre gobernantes y gobernados.

Esta manera de plantear la cuestión del buen gobierno en el seno del liberalismo norteamericano de la primera mitad del siglo XX, en las que Foucault no ha ahondado, se proyectarán sobre las formas de racionalidad política neoliberales actuales. Es posible trazar ciertas continuidades entre los planteos surgidos en torno a la obra de Lippmann, los aportes de los teóricos del capital humano y el desarrollo del anarcoliberalismo, a la vez que, por otro lado, la tradición comunitarista anglosajona revitalizó los planteos de Dewey sobre la comunidad que pretendemos leer en la clave de los estudios sobre gubernamentalidad, asumiendo que bajo lo comunitario no solo se expresa una forma económica del gobierno de la población, sino que también ha servido para articular modos singulares de ejercicios de la crítica.

Tanto las complejas articulaciones entre el ordoliberalismo y el poder pastoral como las continuidades y discontinuidades entre las formas de concebir el buen gobierno en la tradición norteamericana liberal del siglo XX, nos resultan centrales para dilucidar en qué medida las resistencias a la gubernamentalidad neoliberal que se vienen desarrollando en el seno de nuestras sociedades podrán rebasar los límites establecidos por el neoliberalismo y el poder pastoral actual.

Para dar cuenta de ello, en el contexto específico de la realidad salteña contemporánea, se efectuará una reconsideración de las investigaciones que se vienen realizando por parte de los miembros del equipo de investigación sobre las prácticas de resistencia llevadas a cabo por los colectivos que conforman la Unión de Trabajadores Desocupados del municipio de General Mosconi, la radio comunitaria La voz indígena de Tartagal y las mujeres que militan en favor de la legalización del aborto en la ciudad de Salta.

Desde finales de los setenta en América Latina y en Argentina la instalación de programas de gobierno construidos en el trazo de la gubernamentalidad neoliberal, ante todo, promovieron lógicas y prácticas político gubernamentales “para el mercado”, materializadas en reformas de Estado y economías abiertas.

En la década de los ‘90 estos programas de gobierno de perfil neoliberal, se profundizaron y radicalizaron a nivel nacional y provincial-salteño. Entre sus efectos más importantes se encuentra la intensificación de las desigualdades-sociales y económicas- y la precarización de los niveles y condiciones de vida de vastos sectores poblacionales. Entre otras cuestiones, esto se reflejó en la precarización de las relaciones laborales,  el desempleo, el subempleo y un incremento masivo de la pobreza y la indigencia.

En tal sentido, dichas programáticas de gobierno han impactado profundamente en la vida cotidiana y local de aquellos “trabajadores” advenidos pobres, tal es el caso de los ex/trabajadores de YPF, empresa privatizada a principios de los 90´. Por un lado, se produjeron transformaciones de espacio, de relación, de subjetivación y de trabajo en el trazo cotidiano de la vida de estas poblaciones, así como emergieron y se instalaron diferentes prácticas de lucha, resistencia y re-vuelta, ante todo bajo la forma piquete, para reclamar que se les “devuelva, otorgue y reconozca” lo que era suyo: el trabajo y la dignidad.

En el 2001, estas prácticas de resistencia, lucha, impugnación y cuestionamiento a los diferentes modos programáticos de ejercer el gobierno y de “hacer” política culminaron en una crisis inédita en nuestra historia nacional, cuando luego de los hechos del 19 y 20 de diciembre de 2001 el presidente es destituido. En este diagrama de poder y resistencia, en el 2003, se construye un programa de gobierno de perfil “nacional y popular” a partir del cual se reconfigura el rol del Estado, así como se recrean las redes vinculares y estratégicas entre gobernados y gobernantes en el trazo de entramados discursivos de perfil “inclusivo”. Todo ello demanda analizar críticamente cómo, en la historia argentina reciente, se configura la relación entre los programas de gobierno dirigidos a las poblaciones pobres desocupadas, y las prácticas de autogobierno y resistencia a “ser gobernados de ciertos modos” expresadas en la UTD Mosconi-Salta.

La voz indígena constituyó un caso particular de análisis, ya que se trata de la primera radio indígena del norte salteño, que se autodenomina comunitaria y a la vez indígena, anterior a la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que asume una agenda política y cultural contundente contra el proceso de desalojo de los Pueblos Originarios que acompañó a la ampliación de la frontera agrícola desde la década de los ’90.

Desde el año 2012 se ha indagado sobre la forma en que la Comunicación con Identidad y la Comunicación Comunitaria se configuran en la experiencia de La voz indígena (Doyle, 2012; Ortega, 2013; Ortega, 2014; Lizondo, 2015). Algunas investigaciones sobre el tema (Ortega, 2013; 2014), habían retomado las críticas, de matriz foucaultiana, a la emergencia de la noción de comunidad en el marco del neoliberalismo, haciendo hincapié en los aportes de Nikolas Rose y de la tradición anglofoucaultiana. Sin embargo, y más allá de los diagnósticos europeos, podíamos reconocer que existían en el campo de la comunicación comunitaria una serie de resistencias, de luchas, de pugnas, que antecedían y excedían la concepción neoliberal de lo comunitario.

Uno de los hechos que marca significativamente, el contexto actual en relación a las luchas por la despenalización y legalización del aborto , refiere a la emergencia de la Campaña Nacional por el Derecho al aborto legal, seguro y gratuito (en adelante CNDA), bajo el lema “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”. Producto de historias y luchas, esta campaña viene a materializar y condensar un recorrido histórico iniciado en los setenta, propiciando diversas acciones y estrategias en búsqueda de la legalización y despenalización del aborto, así como la implementación de la educación sexual integral y el acceso a los anticonceptivos, tal como lo señala su lema.

Asimismo, la actualidad de la problemática del aborto en nuestra provincia, posee características específicas y singularidades. Aquí se cruzan tanto las diversas acciones que vienen realizando los diversos grupos de mujeres y feministas en los diversos campos que podemos enmarcar bajo el lema de la Campaña (educación sexual, acceso a anticonceptivos y a la práctica del aborto); como las acciones de los sectores contrarios a la despenalización y legalización del aborto, las cuales se centran en la defensa de la familia y de la vida del ‘niño por nacer’.

Las actividades en torno a la implementación de la fecha del día ‘niño por nacer’ a partir el año 2005; la existencia de una Ley de Sexualidad Responsable sin reglamentar desde el 2004, y de una Ley de Educación que establece la enseñanza religiosa obligatoria en las escuelas; la reacción de los sectores antiderechos frente a la aprobación de la ley de matrimonio igualitario en 2010 y su organización en la ONG Red Federal de familias, de las cuales la Red Salta es la expresión local; la aplicación de un protocolo de aborto no punible restrictivo y la presentación de una acción de inconstitucionalidad por parte de los grupos de mujeres; el acompañamiento judicial en casos de abortos no punibles de compañeras abogadas en defensa de los derechos, y el acompañamiento a mujeres en redes informales de solidaridad para abortar con pastillas; el intento de declaración de Salta como ciudad Provida y su rechazo a partir de las acciones de las mujeres; son diversas instancias que van delineando las particularidades de este contexto local reciente. En el cual surge la pregunta sobre las maneras en que los cuerpos se tornan territorios de disputas entre mecanismos de poder y prácticas de resistencia.

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